FoMO por sus siglas en inglés (Fear Of Missing Out), es el nombre que le han dado al miedo de perderse lo que sucede en redes sociales o algún otro medio de comunicación.

La sensación de inmediatez, es lo que ha favorecido que las redes sociales tengan un lugar importante en vuestro día a día para estar informados de lo que sucede a nuestro alrededor y en el mundo, pero esto ha desencadenado otra serie de aspectos que desfavorecen a los consumidores de estas informaciones de mayor exponencia, a tal grado de enfrentar miedo a no saber o a perderse de lo que sucede minuto tras minuto en estos canales.

Según un estudio realizado en Estados Unidos, un 13 % de la población de este país padece de este síndrome, como consecuencia de pasar mucho tiempo mirando el contenido que se comparte en las diferentes plataformas de redes sociales. Estas personas, quienes han manifestado esta sensación de ansiedad, incluso cuando no tienen su Smartphone cerca, han tenido que ser recetados para que tomen antidepresivos y calmar su angustia.

Quienes son los más afectados

Niños, adolescentes y adultos jóvenes han sido los más vulnerables al FoMO, representando la población que más usa este tipo de tecnología para comunicarse y estar atento a lo que sucede en su entorno, quienes además alegan pasar de 6 a 8 horas diarias mirando contenido en redes sociales, páginas web y televisión. Situación que fue en ascenso durante los días de cuarentena experimentados en este 2020.

Pero expertos en psicología, alegan que esto es una manera de darle nombre a una situación, ya que, normalmente el ser humano tiene la necesidad innata de conocer dónde está, quienes son esas personas que lo rodean, que piensan, hacen  y reaccionan ante ciertos eventos.

Marketing neuronal

Se trata nada más y nada menos, de lo que se fija en la mente de acuerdo a lo que ves, en este caso los medios de comunicación, y que en gran medida se parece a nosotros, tiene nuestros gustos y lo asumimos como nuestro, catalogándolo como parte de nuestra vida.

El neuromaketing como también se le conoce, es una técnica que se aplica en publicidad y propaganda para conocer y comprender los niveles de atención que tiene una persona frente a ciertos estímulos, esto con la finalidad de vender un producto o servicio.

Hoy en día vivimos este bombardeo de venta por todas parte, muchas veces hasta no lograos identificar cuando se está haciendo, ya que de manera sutil, se nos va hablando de un tema, que a muchos les puede resultar interesando, sirviendo esto como filtro, para ir definiendo a quienes si les agrada y a otros no, tratando de identificar el por qué en cada caso.

El neuromarketing trabaja en función de determinar cuál va ser el comportamiento de selección de una persona  frente a una compra y a qué estimulo fue sometida para lograr este propósito.

Esto es lo que suele pasar en el mundo de las redes sociales, donde a través de fotos, videos y audios se exponen situaciones, en el 70% reales para lograr captar la atención de los usuarios, con el fin de vender algo: productos, servicio o información que va desencadenar en la compra de algo.

Un problema

Es un problema cuando se vuelve obsesivo, se dejan de hacer cosas de importancia para la persona, para observar el teléfono o la pantalla donde se esté recibiendo esta información.

Pero como dicen los expertos, el ser humano es curioso por naturaleza, así que siempre estará pendiente de estas cosas, lo interesante y desafiante al mismo tiempo, es que tome control de sus emociones y sepa priorizar sus necesidades.

Muchos culpan al marketing de generar estos síndromes a la sociedad, con el afán de crear consumidores para que la economía no se detenga, y unos pocos tengan éxito, fama y dinero, vendiéndoles ideas fantasiosas como un buen estatus social, por citar lo más frecuente.

El exhorto siempre estará en los valores que se inculcan en casa para saber enfrentar este tiempo de situaciones que siempre encontraremos fuera de nuestro hogar. Si su hijo o cualquier familiar presentan el síndrome de FoMO, es importante que tenga presente, que esto tiene solución, pero debe hablarlo y confrontarlo.

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