Índice Tobillo-Brazo

Con la intención de determinar la posibilidad de un funcionamiento deficitario de los vasos sanguíneos que se distribuyen en las extremidades, algunos especialistas del sector salud pueden recomendar la realización de la prueba del índice tobillo-brazo (ITB). Este tipo de examen médico suele recomendarse cuando el paciente ha referido alguno de los síntomas más comunes de la enfermedad arterial periférica (EAP), a saber, calambres recurrentes, sensación de frío en las extremidades, cambio de color de la parte afectada, ausencia o debilidad en el pulso de la zona comprometida, heridas que no cicatrizan adecuadamente, entumecimiento, entre otros.

Enfermedad arterial periférica

Este tipo de condición médica suele estar relacionada con la presencia de cúmulos de grasa en las arterias, pero también suele evidenciarse como consecuencia de inflamaciones en los conductos circulatorios, lesiones y radiación. Estos factores traen como resultado que se impida o dificulte la adecuada irrigación sanguínea de tejidos y órganos. Dicha enfermedad afecta de modo preponderante a los miembros inferiores (piernas y pies), aunque podría afectar brazos y manos. Si esta enfermedad no se trata oportunamente, puede generar isquemia en las zonas afectadas, causando la muerte del tejido; o inclusive accidentes cerebrovasculares y paros cardíacos, entre otras afecciones de importantes implicaciones sobre la salud general.

Preparación para la prueba

En primer lugar, es necesario que acudas a consulta médica si has presentado alguno de los síntomas que puedan dar indicios de la existencia de una enfermedad arterial. El médico tratante podrá decidir hacer la medición él mismo o remitirte a un especialista en materia de circulación sanguínea, para que sea éste el que la efectúe. El día en que se determine que se realizará el examen, sólo deberás reposar entre 5 y 30 minutos antes de realizar la prueba. Luego te colocarán un brazalete, para hacer las mediciones pertinentes.

Determinación del ITB

El Índice Tobillo-Brazo se realiza, tomando en consideración la presión sistólica (presión sanguínea que se genera cuando el corazón late) de brazos y tobillos. La medida deberá tomarse en el brazo derecho y tobillo derecho, así como en los mismos miembros del lado izquierdo. Para llevar a cabo la medición, el médico utilizará una sonda doppler, la cual ubicará en los miembros que podrían estar afectados. La medición se realizará en los brazos, a la altura del corazón y se tomará para la determinación del índice, el que resulte más alto de los dos. Si el paciente cuenta con diabetes o las arterias se encuentran muy obstruidas, podrá determinarse la presión sistólica en los dedos gordos de los pies, en vez de en los tobillos.

Para determinar la presión sistólica de los tobillos, la sonda ha de ubicarse en el lugar en el que se encuentran las arterias tibial posterior y dorsal y se anotarán los resultados. Luego se hará lo propio con el otro tobillo y se registrará la cifra que se obtenga, utilizando la más alta para determinar el índice. Para realizar el cálculo final, se deberá dividir la presión más alta obtenida en el área de los tobillos, entre la presión más alta obtenida en los brazos. A través de esta operación matemática se obtendrá un valor que podría ser mayor a 1,4, menor a 0,5 o ubicarse en cualquier punto del rango entre esos dos números.

Significado de los valores obtenidos

Si los valores obtenidos a través del Índice Tobillo-Brazo, superan el 1,4 podría existir una calcificación arterial, la cual puede indicar altas probabilidades de sufrir algún evento cardiovascular de envergadura. Si el cálculo arroja un resultado entre 1,4 y 0,9 se entenderá que la presión diastólica no sufre de alteraciones. En cambio, si se ubica entre 0,9 y 0,7 se determinará que existe una obstrucción de las arterias periféricas leves; mientras que un número entre 0,7 y 0,5 deja constancia de una obstrucción moderada y, si éste es menor de 0,5 se considera que la enfermedad obstructiva es grave.

Tratamiento

En el caso de obtenerse algún valor que dé cuenta de alguna alteración en las arterias periféricas, es probable que el médico te recomiende un curso de acción específico, según la gravedad de la obstrucción. Entre las medidas más recomendadas para hacer frente a las obstrucciones leves, se encuentra la introducción de cambios en la dieta, realización de ejercicios físicos con regularidad y suspender algunos hábitos perjudiciales, como fumar. Si la enfermedad es moderada, es probable que se determine que deberás introducir los mismos cambios en tu vida, más la toma de fármacos. Por último, si cuentas con problemas severos, es probable que debas ser sometido a una intervención quirúrgica y se determine que debas seguir las medidas recomendadas anteriormente.

Aclaratoria

La información aquí reseñada tiene carácter meramente informativo, por lo cual no reemplaza la opinión médica de los especialistas, ni pretende sustituir el curso de acción que determine el profesional de la salud. Te invitamos a cumplir con las recomendaciones de éste y a evitar la automedicación.

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