La gammagrafía

La gammagrafía es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza la medicina nuclear. Usando un producto radiactivo de bajo nivel y no tóxico, permite analizar el funcionamiento de los órganos y la presencia de elementos anormales.

¿Qué es una gammagrafía?

La gammagrafía permite visualizar los cambios en los tejidos enfermos. Pone de relieve las zonas afectadas en forma de puntos centelleantes que corresponden a la concentración del producto radiactivo absorbido por el tejido.

Mediante una gammacámara colocada frente al órgano que se desea estudiar y un agente radiofarmacéutico inyectado por vía intravenosa, se registra un mapa de los puntos de fijación del producto en el organismo, lo que permite definir las denominadas zonas de hiperfijación, así como las zonas de hipofijación.

La gammagrafía se utiliza para explorar todas las regiones anatómicas. Sirve para diagnosticar lesiones infecciosas, traumáticas o tumorales.

El principio de la gammagrafía se basa en una gammacámara que detecta la radiación emitida por la sustancia radiactiva inyectada en la sangre.

La tomoscintigrafía tiene la particularidad de obtener imágenes transversales gracias a una cámara de positrones que gira alrededor del paciente. Se utiliza principalmente para explorar el esqueleto, el corazón, el cerebro y los pulmones.

¿Cómo se realiza una gammagrafía?

Se tarda entre 2 y 4 horas en realizar una gammagrafía. El tiempo de preparación es el paso más largo.

  • El técnico radiólogo inyecta el marcador radiactivo en una vena.
  • Dependiendo de la zona que se vaya a examinar será el período de espera.
  • Se recomienda beber mucha agua durante este periodo, para acelerar la eliminación del producto.
  • Puede ir al baño antes del examen para vaciar la vejiga.

El periodo de espera es necesario para que el producto se difunda ampliamente por todo el cuerpo y se fije correctamente a los tejidos que se van a analizar. Si el médico lo autoriza, puede esperar fuera del departamento y salir sin ningún riesgo.

El último paso

Consiste en registrar la radiación del radiofármaco mediante dos sensores sensibles colocados cerca de usted. Se tumbará en la camilla y no se moverá durante 15 a 30 minutos.

Al final del examen, la información recogida permitirá localizar las zonas en las que el isótopo radiactivo está más concentrado.

Preparación para una gammagrafía

En la mayoría de los casos, no necesita ayunar, por lo que puede comer y beber como de costumbre. Dependiendo de la gammagrafía, es posible que se le pida que interrumpa temporalmente su medicación. A continuación, deberá seguir atentamente las instrucciones del personal médico.

El día del examen, no olvide presentar en la secretaría los siguientes documentos:

  • Tarjeta de seguro médico y su tarjeta de seguro médico complementario
  • Receta médica
  • Gammagrafía anterior
  • Informes e imágenes anteriores relacionados con la enfermedad que permitan una comparación y un mejor seguimiento (radiografía, ecografía, escáner, resonancia magnética)
  • Los resultados de sus análisis de sangre.

Lleve preferentemente ropa que no tenga cremalleras ni broches, evite llevar joyas y horquillas, de lo contrario tendrá que quitárselas.

La gammagrafía

Inyección en medicina nuclear

La inyección intravenosa para la gammagrafía es obligatoria, ya que el principio se basa en la difusión de un agente radiofarmacéutico en el organismo. Este agente, inyectado en pequeñas dosis, no es perjudicial para el paciente y se tolera bien. Los efectos secundarios son extremadamente raros.

La naturaleza del radiofármaco depende del órgano que se vaya a analizar:

El radiofármaco utilizado para la gammagrafía ósea se compone de bifosfonatos, acoplados con tecnecio 99 m radiactivo.

  • El yodo 123 se utiliza para la tiroides
  • Talio 201, potasio análogo para la gammagrafía miocárdica
  • El MIBI, el DTPA, el MAG3, el DMSA, el HIDA y el tecnecio son trazadores utilizados regularmente para la gammagrafía miocárdica, renal, biliar, tiroidea y de las glándulas salivales, respectivamente.
  • Octreoscan o MIBG para explorar un órgano (cerebro, corazón, pulmones, hígado, riñones, vasos linfáticos…) o enfermedades (por ejemplo, ciertos cánceres).
  • La FDG, sustancia próxima a la glucosa, es el producto más utilizado para la gammagrafía PET (tomografía por emisión de positrones) en el diagnóstico de los cánceres

Después de la gammagrafía

Al final del examen, el especialista interpretará las imágenes. Le comunicará los resultados oralmente y usted recibirá un informe escrito.

Es importante seguir algunas precauciones al someterse a una gammagrafía:

  • Evite el contacto estrecho (menos de 1 metro) y prolongado (más de 30 minutos) con niños pequeños o mujeres embarazadas durante las horas posteriores al examen
  • Beba abundante agua (salvo contraindicación médica) para facilitar la eliminación del producto inyectado
  • Si está hospitalizado, informe de que se ha sometido a una gammagrafía en los días siguientes al examen
  • Traiga un certificado que indique el elemento radiactivo que se le administró si viaja en los días siguientes al examen (algunos aeropuertos y controles fronterizos están equipados con detectores de radiactividad)

Gammagrafía ósea: procedimiento, riesgos y resultados

Cuando se trata de dolencias y aberraciones óseas, el diagnóstico de un problema óseo en curso puede ser muy intrincado y errático en comparación con otras anomalías de la salud. Ya se trate de dolores articulares, fracturas ocultas, osteomielitis, neoplasias o metástasis óseas, la detección y el seguimiento de las enfermedades óseas puede ser un proceso largo.

Mientras que las pruebas de fluidos corporales, radiografías, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, tomografías por emisión de positrones o densitometrías óseas pueden descartar afecciones importantes, ciertas neoplasias óseas potencialmente mortales necesitan tecnologías más avanzadas.

La gammagrafía ósea con radionúclidos es un procedimiento radiológico avanzado que se utiliza para rastrear varios tipos de enfermedades óseas, como tumores óseos benignos, osteomielitis, infecciones, cánceres metastásicos y necrosis avascular.

Además de emplearse para diagnosticar fracturas por estrés o grietas en los huesos, es muy útil para averiguar la propagación de tumores potencialmente mortales a otras partes de los huesos.

Una gammagrafía ósea también puede utilizarse para seguir la evolución del tratamiento de determinadas afecciones, además de para averiguar el grado de propagación del cáncer que otras pruebas diagnósticas pueden haber pasado por alto.

La gammagrafía

¿Por qué se hace una gammagrafía con radionúclidos?

Puede haber otras razones para que el médico recomiende una gammagrafía ósea y en función de lo que hayan revelado los resultados de otras pruebas diagnósticas. La realización de una gammagrafía ósea también puede deberse a las siguientes causas

  • Averiguar la causa de un dolor óseo inexplicable
  • Evaluar cualquier traumatismo óseo
  • Detectar fracturas difíciles de localizar en radiografías
  • Buscar osteomielitis y problemas óseos relacionados
  • Para detectar afecciones como la artritis y la enfermedad de Paget.

¿Cuáles son los riesgos de una gammagrafía?

La cantidad de sustancia radiactiva inyectada es extremadamente pequeña. En términos de irradiación, no representa ningún peligro ni para usted ni para los que le rodean (porque es probable que a su alrededor reciba dosis muy bajas de radiación).

Independientemente de la eliminación biológica, la radiactividad disminuye logarítmicamente con el tiempo. Por lo tanto, la irradiación no es mayor que la de una radiografía de tórax o abdomen.

Una contraindicación importante es el embarazo, como para todos los exámenes que exponen a la radiación. En consecuencia, es imperativo informar de cualquier embarazo posible o actual para que se puedan tomar precauciones.

 

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