Azores

Las Islas Azores

Ubicadas a una distancia de 1400 km de la costa de la ciudad portuguesa de Lisboa, las Islas Azores comprenden un archipiélago conformado por 9 islas, conocidas como São Miguel, Santa María, Terceira, Graciosa, São Jorge, Pico, Faial, Flores y Corvo; que se encuentran en medio del océano atlántico, y pertenecen desde 1976 a Portugal. Las temperaturas promedio durante el año, se ubican entre los 20° y los 14°C, alcanzando sus temperaturas máximas durante los meses de julio a octubre, lo cual permite que puedan visitarse en cualquier época del año y disfrutar de un clima templado y agradable.

Su considerable distancia de los grandes centros poblados de la península europea, así como de otras populosas latitudes del mundo, ha permitido que el archipiélago mantenga sus paisajes naturales prácticamente intactos, durante una cantidad considerable de tiempo, y permitiendo la conservación de los distintos tipos de fauna endémica, que se encuentra distribuida en los muy variados hábitats que estos islotes tienen para ofrecer. En virtud del carácter único de las especies animales y vegetales con las que cuenta este paradisíaco destino y tomando en consideración que muchas de ellas son caracterizadas como “amenazadas”, el gobierno portugués ha decidido emprender medidas para su protección.

El turismo en el archipiélago

El turismo que se realiza en esta porción de las Macaronesias, se ha potenciado de manera significativa con visitantes de las latitudes más diversas, lo cual ha llevado a la edificación de múltiples edificios de alojamiento turístico, con la intención de dar respuesta a una demanda cada vez mayor por parte de los visitantes. A pesar del auge que han recibido las Azores como referente turístico, se ha procurado el resguardo de sus distintos espacios, lo cual ha derivado en que hayan sido galardonadas en 2012 con un premio QualityCoast de Oro, en razón de sus esfuerzos en favor del turismo sostenible. También han recibido otras condecoraciones, por la belleza de sus espacios naturales, y por la estética de la aldea Faja de los Cubres.

Las actividades que acostumbran a realizar los visitantes de este destino, se inscriben dentro del denominado turismo rural o natural, que consta básicamente del disfrute de actividades al aire libre, tales como barranquismo, pesca deportiva, buceo, geoturismo, jugar golf, vuelo en parapente, surf, senderismo, piragüismo, paseos a caballo, entre muchas otras. En este contexto, también es muy común la realización de actividades de observación de aves y ballenas, para los amantes de la fauna silvestre. Por otra parte, muchas personas que visitan este conjunto de islas, buscan alejarse del bullicio de las grandes ciudades y sus frenéticos ritmos, para zambullirse en la paz y el relax que emanan de las aguas termales y bucólicos paisajes de esta ubicación remota.

La belleza natural del archipiélago no menoscaba la riqueza cultural que puede apreciarse, al haber representado durante siglos, un punto de tránsito entre el continente europeo y el americano. Es por ello, que en la formación insular encontramos las únicas plantaciones europeas de piñas y té, así como la influencia americana en varias de sus costumbres, coexistiendo con otras, provenientes del antiguo continente. También cuenta con lugares como el Museo del Trigo, Museo de la Industria Ballenera y un Museo Etnográfico.

¿Qué ver en las Islas Azores?

 

São Miguel

En esta isla abundan los campos cultivados y una espesa vegetación, también cuenta con tres lagunas volcánicas, conocidas como Furnas, Fogo y Congro. En Ferraria podemos conseguir una piscina natural de aguas termales, para aquellos que deseen disfrutar de los beneficios para la salud que otorgan estas formaciones. Por otra parte, podemos deleitarnos con la imponente belleza de Ponta Delgada, que cuenta con elementos coloniales en sus edificaciones. Para los amantes del senderismo, esta isla cuenta con una cantidad de cerca de una treintena de rutas, que nos permite apreciar unos de los paisajes más hermosos de toda Europa. Entre los elementos clave de la historia de las Azores, encontramos en São Miguel, el Fuerte de São Brás, que fue construido en el siglo XVI, para defender a sus habitantes de las constantes incursiones piratas.

 

Santa María

Conocida también como la Isla Amarilla de las Azures, cuenta con el denominado “Desierto Rojo” o Barreiro da Faneca, el cual es un paraje semiárido, de gran contenido arcilloso. Por su parte, en la Baía de São Lourenço existen abundantes cultivos tipo terraza, que otorgan a la localidad una apariencia similar a un anfiteatro y cuenta con aguas termales y playas. Ubicada en la parte norte de esta isla, se encuentra las Baía dos Anjos, se encuentra un hito importante en la historia, pues consta con la presencia de la iglesia en la cual se celebró una misa por órdenes de Cristóbal Colón, luego de su regreso de América.

 

Terceira

En esta isla tiene su sede el famoso Museo del Vino, el cual no sólo recoge la historia del procesamiento y embotellamiento del fruto de la vid en la isla, sino que adicionalmente exhibe muchos de los implementos utilizados por sus habitantes durante distintas épocas. Su ciudad capital de Angra do Heroísmo, es un hermoso lugar que cuenta con casas construidas en piedra y fue declarada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, durante 1983. Aquí también encontramos el Museo de Arte Sacra, en el cual se exhiben diversas piezas, relacionadas con la devoción católica.

 

Graciosa

Esta isla cuenta con una cantidad cercana a los veinte molinos de viento, construidos en piedra y pintadas sus cúpulas de un rojo intenso, que recuerda la abundante producción de cereales de la localidad en tiempos pasados. Allí también podemos visitar las famosas Termas de Carapacho, las cuales cuentan con aguas sulfurosas, cuyas temperaturas pueden llegar hasta los 40 °C y se han utilizado para aliviar dolencias reumáticas y enfermedades de la piel, desde mediados del siglo XVIII hasta la actualidad. Otro elemento muy importante desde el punto de vista turístico, es el conjunto de cuevas volcánicas, conocidas como Furna do Enxofre, que se extienden por 194 metros y cuentan con aguas sulfurosas frías.

 

São Jorge

Esta es una de las islas con menor cantidad de habitantes y visitantes, manteniéndose prácticamente inalteradas su vegetación y fauna. Entre los puntos de interés más comunes para los visitantes, tenemos el Faro de Ponta dos Rosais, que fue construido a finales de los años 50, pero actualmente se encuentra inoperativo. Aparte de sus numerosos sitios de culto religioso, esta isla cuenta con varios miradores, que permiten contemplar la belleza virgen de São Jorge.

 

Pico

Representada por la famosa Montaña de Pico, esta isla cuenta con el volcán inactivo de mayor altitud de todo Portugal, la cual se eleva a 2350 metros sobre el nivel del mar. Otro punto de referencia importante para potenciales visitantes, son sus múltiples viñedos, los cuales fueron declarados por la UNESCO como patrimonio mundial, debido a su belleza. El Museo Ballenero de las Islas Azores se ubica en esta isla, y recoge muchos de los elementos de la actividad de la caza de ballenas, que se desplegó en la localidad durante los siglos XIX y XX.

 

Faial

Aquí encontramos el Peter Café Sport, el cual es conocido como un punto en el que se encontraban muchos de los aficionados de la navegación en botes de vela, y exhibe muchos motivos alusivos a la caza de ballenas. La reserva natural de Caldera se inscribe en el diámetro de un antiguo volcán, en el centro de la isla y cuenta con las variedades más raras de la flora endémica. Faial es conocida internacionalmente por sus abundantes puertos marítimos, lo cual la hace una de las islas más concurridas del archipiélago.

 

Flores

Cuenta con abundantes formaciones basálticas, entre las cuales consta Rocha do Bordoes, la cual exhibe numerosas columnas verticales, en cuyos topes se asienta una estructura del mismo material volcánico que asemeja un conjunto de hojas de árboles, por lo cual, visto en conjunto, pareciera un bosque de color rojizo. Otra de sus formaciones naturales más importantes, es la que representa el Poco do Bacalhau, la cual se conforma como una pequeña piscina natural, alimentada por una cascada de 90 metros de altura. Esta cascada, sin embargo, es una de las 20 que pueden percibirse desde Fajazinha, en esa misma isla.

 

Corvo

Esta isla es también conocida como la isla negra, en virtud de su suelo volcánico, cuenta con el mirador de Caldeirao, que está conformado por la caldera inactiva de un volcán, en el que se encuentran unos pequeños lagos y vegetación de poca altura.

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