Ubicada en el centro geográfico de la patria ibérica, Toledo se cimienta en lo alto de una colina en uno de los márgenes del Tajo, el río de mayor extensión en todo el país. Esta ciudad se ha visto marcada en sus edificaciones y en las tradiciones de su gente, por la gran cantidad de acontecimientos históricos y la influencia cultural que han ejercido las tres principales religiones monoteístas del mundo, sobre sus extensos territorios.
Los indicios más antiguos de la ocupación humana de estos espacios, se remonta a la prehistórica Edad de Bronce; sin embargo, empezó a tomar los primeros pasos para consolidarse en la gran metrópoli que es actualmente, durante la invasión romana de España. Durante los siglos posteriores, fue conquistada por musulmanes y luego cristianos, evidenciándose varios conflictos entre los seguidores de esas corrientes de creencias, en los que también participaron los judíos.
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Edificios para la fe
En la actualidad, conviven como buenas vecinas, las sinagogas judías y las iglesias católicas; algunas de éstas últimas, ocupando los edificios que anteriormente correspondían a mezquitas árabes. Muchos de los templos religiosos fueron construidos hace más de 10 siglos, con influencias de los estilos arquitectónicos más variados, lo cual hace al conjunto de la ciudad, muy rica en diversidad cultural.
Otros aspectos de interés
Sin embargo, no sólo los edificios de culto representan los principales elementos dignos de ver en la urbe castellana-manchega, sino que también existe una gran variedad de construcciones, algunas de antiguo uso militar, tal como el Alcázar de Toledo; otros de fines civiles, como la Plaza de Zocodover; así como de interés meramente cultural, como el Museo del Greco; las cuales completan los hitos turísticos con los que cuenta Toledo.
¿Qué ver en Toledo en dos días?
Si tu apretada agenda y tus numerosos compromisos, no te permiten extender tu estadía en Toledo por un lapso de tiempo superior a los dos días, a continuación, hacemos referencia a los sitios emblemáticos que no puedes dejar de visitar en un viaje a la hermosa ciudad.
Plaza de Zocodover
Resulta natural que la primera recomendación en esta lista, recaiga en la famosa Plaza de Zocodover, la cual ha representado el punto de mayor relevancia en la vida social toledana desde la Edad Media. En un primer momento, este espacio se utilizó para comprar y vender ganado, pero luego pasó a configurarse como un mercado tradicional, en el que se ofertaban mercancías de distintos tipos. Con el paso del tiempo, llegó a albergar actos oficiales de recepción de reyes y otros altos cargos, corridas de toros e inclusive autos de fe promovidos por la inquisición y ejecuciones públicas de reos. En los últimos años ha albergado conciertos, ferias, mercados navideños, concentraciones y protestas. En esta plaza abundan las tiendas y restaurantes.
Sinagoga del Tránsito
Este templo religioso fue edificado siguiendo el estilo mudéjar, en el que se integran elementos y materiales hispanos y árabes. Su fundación se ubica alrededor del año de 1357, bajo el auspicio de Samuel ha-Levi, seguidor de los preceptos de la Torá y miembro importante del reinado de Pedro I de Castilla. En este edificio, contrastan la aparente austeridad de su fachada, construida en mampostería y yeso; con los ricos y abundantes detalles decorativos que se encuentran en sus áreas internas. Entre sus áreas más importantes, se encuentra la Sala de Oración y la Galería de las Mujeres.
En la actualidad alberga el famoso Museo Sefardí, en el cual se recogen los inicios y el desarrollo del pueblo judío entre los años 2000 a.C. y siglo I d.C, así como los hitos más importantes de la presencia hebrea en España, desde su llegada a la península ibérica, hasta su expulsión en 1492, a través de varios documentos y otros objetos históricos.
Alcázar de Toledo
En el punto más alto de la ciudad, reposa majestuosamente la fortaleza del Alcázar de Toledo. Su construcción se remonta al siglo III d.C., cuando se esperaba destinar el edificio como palacio romano. Sin embargo, luego de la invasión musulmana, se empleó para fines militares y de defensa. Luego, bajo el reinado de Pedro I se hicieron algunas modificaciones al complejo, para destinarlo como morada del Rey, hasta que el emperador Carlos V instruyó su destrucción, para edificar una residencia real imponente. Esta última configuración es la que persiste hasta la fecha. En la actualidad sirve como sede del Museo del Ejército español.
Museo del Greco
Si tienes inquietud por conocer más de la vida del famoso pintor del renacimiento tardío, conocido como “El Greco”, seguramente querrás visitar las instalaciones del museo erigido en su honor. Este edificio, cimentado en la propia judería, recrea una casa como la que pudo haber albergado al ilustre artista, así como una selección de sus obras emblemáticas, así como otras de Carreño, Murillo, Tristán y Zurbarán.