Los pólipos son afectaciones, que normalmente aparecen en las mucosas del organismo, constituidas por tejidos y vasos sanguíneos, además de la piel propia de la mucosa afectada. A diferencia de los pólipos que aparecen en el colón, matriz o vejiga, los de la nariz no implican riesgos de cáncer. De cualquier manera, deben ser tratados con especial interés y cuidado.
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Los pólipos nasales
Son lesiones benignas que se forman alrededor de las cavidades de los senos paranasales. Pueden desarrollarse durante una infección nasal o de los senos paranasales y desaparecer al curarse la infección, pero también puede persistir y crecer.
Generalmente se originan de una degeneración edematosa, que provoca la formación de lesiones polipoides, lisas, viscosas y traslúcidas, que progresivamente van ocupando espacios hacia las fosas nasales. Su enfermedad es llamada Poliposis Nasal, que suele aparecer en adultos, después de los cuarenta años y de forma excepcional en menores de 10 años.
Hablar de las causas específicas de su surgimiento en las personas, es complejo, porque aún no están claras, pero si se puede asegurar, que existen varias patologías que asocian a los pólipos nasales, entre los que podemos encontrar: asma, fibrosis quística, síndrome de Kartagener, inmunodeficiencias, sinusitis, etc. Es decir, que la mayoría de los pacientes que presentan estos pólipos, están afectados de una enfermedad inflamatoria de la mucosa sinusal. Las constantes inflamaciones, debidas, por ejemplo, a la rinitis o a la sinusitis, las alteraciones anatómicas de las fosas nasales o de los senos paranasales, pueden ser factores que favorezcan su aparición. De cualquier manera, existen diversos estudios que tratan de explicar la aparición de algunos pólipos nasales. Son factores provenientes de múltiples investigaciones clínicas, algunas son:
.- El tabaquismo:
Es un factor que incide en la irritación severa de las mucosas.
.- La intolerancia a la aspirina:
El ácido acetilsalicílico causa una respuesta a los marcadores químicos de las membranas mucosas, produciendo en algunos casos una triada de pólipos nasales, rinitis y asma bronquial, esto solo en los intolerantes a la aspirina.
.- Las alergias:
La alta concentración de eosinófilos, encontrada dentro de los pólipos estudiados evidencia que las alergias predisponen o potencian la poliposis nasal.
.- Efectos mecánicos:
Las alteraciones del flujo aerodinámico del aire, en algunos pacientes con fosas nasales estrechas, demuestra la posterior formación de pólipos, por la presión de la mucosa inflamada.
.- Efectos vasomotores:
Que determinan una alteración en los nervios de la mucosa nasosinusal, apareciendo por el incremento de aminas (histaminas, serotoninas, etc.), que promueve una permeabilidad vascular y edema submucoso.
.- Efectos infecciosos:
Se evidencia por la participación bacteriana en la obstrucción nasal, y en algunos casos, origina pólipos.
.- Efectos inflamatorios:
Comprobados los procesos inflamatorios en las mucosas que originan pólipos.
.- Efectos genéticos-hereditarios:
Se afirma que la Poliposis Nasal es una enfermedad poligénica, es decir, hereditaria, en algunos pacientes. Demostrada por las mutaciones genéticas de diferentes cromosomas, en factores ambientales múltiples.
Síntomas
Al originarse el pólipo nasal puede presentarse una sensación de ocupación nasal, que con el tiempo se agrava, con cierta dificultad para respirar o alteraciones del olfato. Comúnmente produce cefaleas, sensación de pesadez en la nariz, malestar general, boca seca, voz nasal, aumento de la mucosidad nasal y ronquidos durante el sueño.
Conclusiones
Existen diversas causas que originan la aparición de pólipos nasales como: las alergias, infecciones, inflamaciones o irritaciones prolongadas en la nariz. También algunas disposiciones ambientales, genéticas o de malformación, que podrían incidir en su formación.
Los pólipos nasales pueden ser reincidentes, en esos casos puede ser necesario su extirpación, a través de una intervención quirúrgica, si los tratamientos no son efectivos.
Es necesaria la atención médica para el tratamiento de esta condición, con un médico otorrinolaringólogo, evitar los irritantes nasales y mantener una buena higiene en manos y nariz.